viernes, 20 de mayo de 2011

P.I - II. RECUPERACIÓN DE TRAYECTORIAS

Si algunos de sus estudiantes les preguntarán: ¿Para qué debo de aprender historia?, ¿Cómo la vas a enseñar? ¿De la misma manera que cómo tus maestros te la enseñaron? ¿Voy a  aprender así?

De forma sencilla y práctica ¿Qué les contestarían?

En lo personal les diría que a través de ella conocerán su pasado: la historia les proporcionará información que les ayudará a explicar y cuestionar las situaciones presentes para actuar en su entorno inmediato con conicimiento de causa.

Para enseñar está asignatura he rescatado algunas de las estrategias suregidas en los planes y programas de estudio de 1993 como lo son: las narraciones, la línea del tiempo, las historietas, entrevistas y cuestionarios; sin embargo, en ciertas ocasiones, por la premura del tiempo, he caído en la aplicación de ejercicios que rescatan la información literal o específica más que la reconstrucción y reflexión sobre el hecho y la realidad.

Considero que los resultados obtenidos de las prácticas poco reflexivas no han dado los frutos esperados como se demuestra  en el actuar de los niños, en su desempeño diario o en las evaluaciones. También ENLACE nos permite, en cierta manera, comprobar está información en su evaluación llavada acabo el año pasado.

Esta situación probablemente se deba a que las estrategias se han aplicado de forma fragmentada sin integrar una metodología propia de la enseñanza de la historia, es decir, a esta asignatura no se le ha dado la importancia pedagógica que merece como fuente de aprendizaje y de cambio social; aunado a ello, los escasos materiales con que cuenta la escuela, ya,  que a veces somos los docentes quienes los llevamos de nuestros hogares o los conseguimos por otros medios.

Ante estas ideas ¿Qué me hace falta para mejorar mi práctica en relación a los métodos para la enseñanza-aprendizaje de la historia?

En primer lugar, cambiar que tengo sobre ella: considerarla como una asignatura dinámica que va más allá de la repetición y recreación de hechos sino la reconstrucción de un evento a partir del análisis y reflexión. Pero llegar a esto no es fácil, requiere leer y dominar los contenidos, integrar una metodología participativa, dedicar tiempo,   
 diseñar situaciones de aprendizaje factibles y holísticas con el resto de la currícula para que el trabajo sea conytextualizado para los estudiantes y no se haga pesado para nosotros los mestros.



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